Summary: | La crisis económica y social ha elevado considerablemente los niveles de desigualdad, al tiempo que ha incrementado el porcentaje de personas que viven en situaciones de pobreza y exclusión social. Lo anterior es relevante para el derecho penal no sólo por el efecto psicológico que tiene la exclusión sobre quien la sufre, sino también porque respecto a los propios excluidos el Estado ve debilitada su legitimidad para dirigirles un reproche. Sobre esa base, el presente artículo trata de esbozar lo que sería una dogmática de la exclusión social, analizando de qué modo las diferentes categorías del delito, desde la imputabilidad a la individualización, pueden canalizar las dificultades de quien vive injustamente excluido del reconocimiento recíproco
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